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Pan de la Palabra


21 Diciembre 2025

  • Salterio: 4ª semana
  • Morado
  • CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO

PRIMERA LECTURA

Del libro de Isaías 7, 10-14

En aquellos días, el Señor habló a Ajaz y le dijo: “Pide un signo al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo”. Respondió Ajaz: “No lo pido, no quiero tentar al Señor”. Entonces dijo Isaías: “Escucha, casa de David: ¿no les basta cansar a los hombres, que cansan incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, les dará un signo. Miren: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Enmanuel”.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 23

R.Va a entrar el Señor; Él es el Rey de la gloria.

• Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: Él la fundó sobre los mares, Él la afianzó sobre los ríos. R/.

 ¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos. R/.

Ese recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación. Esta es la generación que busca al Señor, que busca tu rostro, Dios de Jacob. R/.

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Mateo 1, 18-24

La generación de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en privado.

Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: “José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados”.

Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta: “Miren: la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Enmanuel”, que significa “Dios-con-nosotros”. Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

HALLEN MEDITANDO

El Evangelio de Mateo inicia dándonos a conocer el contenido central del texto en una frase: “El origen de Jesucristo fue de esta manera” (v. 18a). Con la palabra “origen” (genesis), el evangelista establece el punto de partida hasta llegar a anunciar la concepción de Jesús por el poder del Espíritu. Cuando el texto habla del “origen” enfatiza en el inicio del evangelio: “Libro del origen de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán” (Mt 1, 1), al mismo tiempo, evoca la frase de apertura del Génesis (1, 1). Se trata de una simbología que describe la manera del nacimiento y su significado. Si con la genealogía que recuerda toda la historia de la salvación de Israel se afirma que Jesús es el cumplimiento de la promesa, con el texto de hoy se describe el origen, es decir, el valor de su nacimiento en relación con su misión como salvador.

El relato resalta el momento de dos personajes: María y José. El protagonismo de María en esta escena es bastante discreto, de hecho, el narrador solo la presenta y da a conocer su situación: “María, estaba desposada con José y, antes de vivir ellos juntos, se encontró que estaba embarazada por obra del Espíritu Santo” (v. 18). Para Mateo es importante advertir que la concepción no parte de la iniciativa humana. Por esta razón utiliza el término “desposada” (mnēsteuomai) a fin de informarle al lector que María y José estaban en la etapa del noviazgo (ʿerûsîn) y, por tanto, aun no compartían la vida juntos. Este argumento enfatiza la iniciativa de la acción de Dios que se manifiesta a través de la fuerza del Espíritu, como ocurre en otras partes de la Biblia (Is 23, 15). El evangelista usa, además, el sustantivo “madre” (mētēr) para ratificar la encarnación del Verbo en las entrañas de María.

El segundo protagonista de la escena es José, a quien se dirige la atención del relato. Mt 1, 19 inicia con una afirmación aparentemente contradictoria: “Su esposo José”. La designación con la palabra “esposo” (anēr) no es un error, sino que está identificando a un hombre que ha asumido un compromiso matrimonial. El texto presenta a José como un hombre “justo” y “recto”. Cabe notar que José, a diferencia de los lectores, no tiene conocimiento de la intervención divina; se trata de un detalle que resalta la manera justa con la que procede ante la situación de María. Según el texto, este no es un momento fácil para José que siente vulnerado el pacto esponsal. La decisión del personaje no es injusta, está en consonancia con lo que prescribe la norma (Dt 22, 20-27); ilustra, además, el nivel interior de un hombre sumido en la decepción.

Sin embargo, la justicia y la rectitud de José superan un momento de oscuridad interior y le evita a María la exposición a la vergüenza pública repudiándola en secreto. En este gesto, José asume la postura de un hombre misericordioso, limpio de corazón, con capacidad suficiente para entender el plan salvífico de Dios. La manera de proceder de José lo conduce a la revelación divina: “El ángel del Señor se le apareció en sueños” (v. 20). Ante la situación interior del personaje, Dios envía a un mensajero que concilia el pensamiento humano con la voluntad divina. Dios llega de manera imprevista a la vida y debemos estar atentos para comprender sus instrucciones y ser comunicadores de su mensaje.

El objetivo principal del ángel es liberar a José de su temor: “No temas en tomar contigo a María” (v. 20). Por tercera vez, san Mateo indica que la concepción del Verbo es obra del Espíritu y no de la acción humana. La justicia y la rectitud de José le permiten asumir la voluntad celestial y la misión de ser padre; él da nombre al niño y de esta manera la estirpe de David se une al plan de salvación del Padre entregado en su Hijo Jesús.

LLAMEN ORANDO

Dios llega en el momento más apropiado para el ser humano. Tanto María como José enfrentan un proceso interior difícil. No obstante, Dios tiene la capacidad de transformar y conducirnos al sosiego y la certeza de que estamos con Él. Hoy el texto me interpela en mi manera de vivir la justicia. En José descubro la capacidad de un hombre que piensa en los otros, un hombre que valora la vida y va más allá del dolor y la frustración. ¿Soy capaz de responder con el bien cuando recibo el mal? ¿Estoy preparado para superar el temor y salir de mi propio encierro?

 

LES ABRIRÁN CONTEMPLANDO

Señor Jesús, dejo mi alma en tus manos. Que al celebrar este cuarto domingo de Adviento, pueda estar preparado para vivir la noche de la Navidad que ya se acerca. Me queda el propósito de aprender a ser justo como lo eres tú.Amén.

 

 


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