Del Evangelio según san Mateo 9, 18-26
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se le acercó un jefe de la sinagoga, se postró ante Él y le dijo: “Señor, mi hija acaba de morir; pero ven tú a imponerle las manos y volverá a vivir”... Cuando llegó a la casa del jefe de la sinagoga, vio Jesús el tumulto de la gente y les dijo: “Retírense de aquí. La niña no está muerta; está dormida”. Y todos se burlaron de Él..., entró Jesús, tomó a la niña de la mano y ésta se levantó.
Palabra del Señor.