Evangelio del día: Marcos 3, 31-35
Todos tenemos una familia a la cual pertenecemos, y donde recibimos amor y muchas otras cosas. Hoy Jesús nos enseña que además de nuestra familia tenemos una familia mayor que también es muy bella y en la cual aprendemos muchas cosas buenas. Es la familia de los que siguen a Jesús. ¿Y cómo se pertenece a esa familia? Haciendo la voluntad de Dios, es decir, practicando el bien, la convivencia, siendo buenas personas constantemente. De esa manera empezamos a ser los hermanos, los parientes de Jesús y de todos los que practican sus enseñanzas.