Querido Jesús, recibe mi alma, ayúdame a conservarla muy limpia y pura. Te pido con humildad que me guíes, que seas siempre mi maestro para que mis acciones muestren la claridad y la luz que hay dentro de mí. Amén.
Querido Jesús, recibe mi alma, ayúdame a conservarla muy limpia y pura. Te pido con humildad que me guíes, que seas siempre mi maestro para que mis acciones muestren la claridad y la luz que hay dentro de mí. Amén.