Gracias, Dios mío, porque nos invitas cada domingo a una bella fiesta. Allí nos recibes con alegría,nos escuchas con amor, y nos das el mejor alimento, que nos da la vida eterna. Gracias, Dios mío por pensar siempre en mí. Amén.
Gracias, Dios mío, porque nos invitas cada domingo a una bella fiesta. Allí nos recibes con alegría,nos escuchas con amor, y nos das el mejor alimento, que nos da la vida eterna. Gracias, Dios mío por pensar siempre en mí. Amén.