Te doy gracias, mi amigo Jesús, por estar siempre a mi lado, santificando mi vida con tu bendición. Gracias por no dejarme solo. Gracias por ayudarme durante la semana. En tus manos pongo mi vida y la de mi familia. Amén.
Te doy gracias, mi amigo Jesús, por estar siempre a mi lado, santificando mi vida con tu bendición. Gracias por no dejarme solo. Gracias por ayudarme durante la semana. En tus manos pongo mi vida y la de mi familia. Amén.