106 AÑOS DE LA FAMILIA PAULINA
Monición de entrada
Hermanos y hermanas, hoy nos reunimos en torno a Jesús Sacramentado y nos disponemos para encontrarnos con Él, hablar de amigo a amigo, agradecerle por tanta misericordia que nos ha regalado y presentarle nuestras necesidades. Especialmente oramos por los 106 años de la Familia Paulina que vamos a celebrar mañana. La Familia Paulina la componen la Sociedad de San Pablo, Hermanas Hijas de San Pablo, Hermanas de Jesús Buen Pastor, Hermanas María Reina de los Apóstoles; y los Instituto seculares: Virgen la Anunciación, San Gabriel Arcángel, Santa Familia, Jesús Sacerdote y los Cooperadores paulinos fundados por el padre Santiago Alberione.
Esta visita eucarística sigue el método paulino que vive la Familia Paulina, inspirado en el texto bíblico de Juan 14, 6: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. Por eso, se desarrollará en tres momentos: Primer momento - Jesús Verdad:
Escucharemos la Palabra de Dios y la meditaremos. Segundo momento, Jesús Camino: para el perdón y reconciliación con nosotros mismos y con los demás. Tercer momento - Jesús Vida: para dar gracias a Dios y el compromiso para vivir durante la semana. Con estos sentimientos iniciemos este encuentro cantando.
1. Canto de entrada de adoración
2. Oraciones iníciales
3. Monitor: JESÚS VERDAD, momento para escuchar su palabra y meditarla Jesús, Maestro divino, te adoramos como Verbo encarnado, enviado por el Padre para enseñar a la humanidad las verdades que dan la vida. Tú eres la Verdad increada, el único Maestro; sólo tú tienes palabras de vida eterna.
4. Canto para la lectura Sagrada Escritura
5. Lectura bíblica: Filipenses 2, 1-4
6. Reflexión
Exhortación a la concordia
En el contexto de la Carta a los Filipenses, que es una de las más ricas y hermosas cartas del Apóstol Pablo, donde se reconocen y exaltan valores como la gratitud, la solidaridad, la alegría, la amistad, la generosidad y el amor fraterno, este pequeño apartado de los primeros cuatro versículos del capítulo segundo, nos ofrece una preciosa exhortación a llevar a la práctica la caridad cristiana. En efecto, más que un discurso teórico abstracto, el auténtico amor que nos enseñó Jesús, nuestro Señor, se demuestra en actitudes concretas de concordia, humildad, misericordia, comprensión, servicio generoso y desinteresado a los hermanos, alegría y bondad.
Este maravilloso compendio de virtudes y valores que construyen la verdadera comunidad cristiana, representa todo un programa de vida, y un permanente desafío por hacer realidad la utopía que brota de la fe y del amor cristianos. La convivencia fraterna está hecha de pequeños pero importantes destalles sencillos y cotidianos, en la búsqueda de la paz y la armonía, en el perdón y la tolerancia recíproca, en el rechazo de toda actitud egoísta o búsqueda de intereses mezquinos, rivalidades, soberbias y vanagloria que destruyen la unidad.
En medio de un mundo tantas veces indiferente, individualista y materialista, marcado por la pérdida de los auténticos valores humanos y espirituales, donde se privilegia el poder, el prestigio, el consumismo y la superficialidad, la propuesta de Filp 2, 1-4 se convierte en la alternativa cristiana, verdaderamente revolucionaria. Si nos esforzamos por vivir personal y comunitariamente aquellos valores cristianos que nos propone San Pablo en este texto, podremos ser un luminoso y elocuente signo profético que denuncie las tinieblas de egoísmos, injusticias y corrupción que quieren dominar a nuestra sociedad, y anunciaremos el gozo del Evangelio de Cristo, y del Reinado de Dios que se va haciendo realidad y abriendo camino en nuestra historia.
Padre Danilo Antonio Medina Leguizamón, ssp
Provincial de la Sociedad de San Pablo de Colombia-Ecuador-Panamá
-Meditación personal
7. Monitor: JESÚS CAMINO, para el perdón y reconciliación con nosotros mismos y con los demás. Jesús, Maestro divino, te adoramos como al amado del Padre, único Camino para llegar a Él. Te damos gracias porque te has hecho nuestro modelo, nos has dado ejemplos de la más alta perfección e invitando a todos a seguirte. Atráenos a ti para que busquemos únicamente tu voluntad, siguiendo tus huellas.
8. Canto de perdón
9. Monitor: Revisemos nuestro actuar a la luz de la Palabra de Dios:
- ¿Cómo vivo el amor de Dios conmigo mismo y con el prójimo?
- ¿Qué actitudes debo cambiar para ser gestor de comunión a ejemplo de Jesús Maestro?
10. Meditación personal
11. Canto
12. Monitor: JESÚS VIDA, para dar gracias a Dios y el compromiso para vivir durante la semana. Delante de Jesús Maestro presentemos ahora nuestro compromiso que asumimos a la luz del tema de hoy que hemos vivido: “Conviértanse y cree en el Evangelio. También presentamos nuestra acción de gracias.
13. Oración personal
14. Oración comunitaria: Oremos el tercer misterio luminoso, El Anuncio del Reino de Dios: “Después de ser Juan encarcelado, Jesús fue a Galilea a predicar el evangelio de Dios; y decía: "Se ha cumplido el tiempo y el reino de Dios está cerca. Arrepentíos y creed en el evangelio".
15. Canto
16. Presidente: Oremos, Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión: te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu cuerpo y de tu sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
17. Invocación a Jesús Maestro
Jesús Maestro, santifica mi mente y aumenta mi fe.
Jesús docente en la Iglesia, atrae a todos a tu escuela.
Jesús Maestro, líbrame del error, de los vanos pensamientos y de las tinieblas eternas.
Jesús, Camino entre el Padre y nosotros, todo lo ofrezco y todo lo espero de ti.
Jesús, Camino de santidad, hazme tu fiel imitador.
Jesús Camino, hazme perfecto como el Padre que está en los cielos.
Jesús Vida, vive en mí, para que yo viva en ti.
Jesús Vida, no permitas que yo me separe de ti.
Jesús Vida, haz que yo viva eternamente el gozo de tu amor.
Jesús Verdad, que yo sea luz del mundo.
Jesús Camino, que yo sea ejemplo y modelo para la humanidad.
Jesús Vida, que mi presencia lleve a todos partes gracia y consuelo.
18. Canto final.
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