“Agustín es un hombre de éxito, lo tiene todo, pero en su corazón permanece la inquietud de la búsqueda del sentido profundo de la vida; su corazón no está dormido, diría que no ha quedado anestesiado por el éxito, por las cosas, por el poder. Agustín no se cierra en sí mismo, no se recuesta, sigue buscando la verdad, el sentido de la vida, sigue buscando el rostro de Dios. Es verdad que comete errores, que toma senderos equivocados, peca, es un pecador; pero no pierde la inquietud de la búsqueda espiritual. Y de esta forma descubre que Dios lo esperaba, más aún, que nunca había dejado de buscarle primero.
Papa Francisco
Juntos hagamos esta oración a san Agustín, quien nos enseña con su vida, el significado de vivir continuamente con Jesús, llevándonos siempre a transformar nuestra vida humana-cristiana.
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