El Papa prosiguió con su catequesis sobre el Bautismo, sacramento que nos arranca de las insidias del maligno
Griselda Mutual – Ciudad del Vaticano
Es cansador luchar contra el mal, huir de sus engaños, retomar fuerzas después de una lucha agotadora, pero tenemos que saber que toda la vida cristiana es una lucha y que no estamos solos, la Iglesia, nuestra Madre, reza por todos nosotros: fue la certeza, la seguridad con la que el Papa Francisco consoló y animó a los fieles cristianos que combaten cada día contra el mal.
El Bautismo, sacramento de fe
En el miércoles de la cuarta semana de Pascua el Romano Pontífice prosiguió con la catequesis sobre el bautismo. “El bautismo es en manera particular el sacramento de la fe, porque signa el ingreso sacramental en la vida de la fe”, dijo citando el Catecismo de la Iglesia Católica, y recordó, asimismo, que “la fe es la entrega de sí mismos al Señor Jesús, reconocido como fuente de agua [...] para la vida eterna”, “luz del mundo" (Jn 9,5), “vida y resurrección” (Jn 11:25)». En español se expresó así:
“Continuamos la catequesis sobre el bautismo, y lo hacemos a la luz del Evangelio, que tiene la fuerza de trasformar a quien lo acoge con fe, arrancándolo del dominio del maligno para que aprenda a servir al Señor con alegría. La Iglesia acompaña a los catecúmenos en este camino con la oración, como nos recuerdan las letanías que preceden al rito bautismal”.
“En los exorcismos de los candidatos adultos, el sacerdote suplica a Dios que los libre de todo lo que les separa de Cristo y les impide unirse a Él. Del mismo modo, se pide la liberación del pecado original de los niños que van a ser bautizados, para que puedan ser consagrados como templos del Espíritu Santo”.
Un don del Espíritu Santo, no una fórmula mágica
Hablando en nuestro idioma, el Papa explicó textualmente que “el bautismo es un don del Espíritu Santo que nos da la fuerza para combatir el mal”.
“Esto se simboliza en el gesto de la unción- añadió -, que evoca a los atletas que ungían su cuerpo para tonificar los músculos y para evitar ser presa fácil de los adversarios. El óleo bendecido por el obispo, nos asegura la fuerza del Resucitado y la cercanía de la Iglesia en este combate, de modo que podamos decir con San Pablo: «Todo lo puedo en aquel que me conforta».
En catequesis que impartió en italiano el Papa profundizó en este punto, explicando que el bautismo “no es una fórmula mágica”, sino que es el don del Espíritu Santo “que habilita a quien lo recibe a luchar contra el espíritu del mal”. “Sabemos por experiencia que la vida cristiana está siempre sujeta a la tentación de separarse de Dios, de su voluntad, de la comunión con Él, para recaer en los lazos de las seducciones mundanas”, agregó, recordando que “Dios mandó a su Hijo al mundo para destruir el poder de satanás” (...)
Perseverar en la lucha contra el mal firmes en la fe
En los saludos que dirigió a los peregrinos de lengua española, el Papa les animó a “perseverar en este combate, manteniéndose firmes en la fe en Jesucristo, vencedor del pecado y de la muerte, y constantes en la oración al Padre, pidiendo por todos los que se encuentran en peligro y sufren tribulación”. Mientras que a los jóvenes, ancianos, enfermos y recién casados, pidió que por intercesión del Evangelista Marcos, cuya fiesta celebra hoy, sean sostenidos en el camino de fe, “para que sobre su ejemplo, puedan volverse oyentes y anunciadores del Evangelio de Cristo, dando testimonio con su vida”.
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