¿Qué día es Miércoles de Ceniza?
Este año, el Miércoles de Ceniza es el próximo 26 de febrero. La fecha cambia año con año, ¿a qué se debe? La respuesta está en las fases de la luna, pues la tradición dicta que la noche que el pueblo judío salió de Egipto, había luna llena. Esto les permitió mirar el terreno que pisaban y dirigirse a su destino sin necesidad de lámparas o antorchas que podrían delatar su presencia ante los soldados del faraón. La celebración judía de la Pascua, o "Pesaj", conmemora este acontecimiento, y por ello siempre coincide con la noche de Luna llena, en recuerdo a la noche cuando los israelitas obtuvieron su libertad y cruzaron el Mar Rojo.
¿Cuál es su origen y significado?
La ceniza se obtiene de la incineración de los ramos bendecidos en el Domingo de Ramos del año anterior y representa la destrucción de los errores cometidos, la conciencia de la nada y de la vanidad de las cosas y la penitencia.
El origen del Miércoles de Ceniza data desde finales del siglo II y principios del III. A partir del año 322 existen noticias de prácticas cuaresmales en Oriente. Unos años más tarde en Roma se comenzó a celebrar oficialmente desde el año 385.
En sus inicios, la ceremonia se llevaba a cabo en domingo, para ajustarse a los 40 días antes de la Semana Santa; sin embargo, fue hasta los siglos VI y VII que la práctica del ayuno cobró mayor importancia, enfrentándose a un obstáculo: desde los orígenes nunca se ayunó en domingo, por ser visto como un día de fiesta consagrado a la celebración del Día del Señor.
Por esta razón y para respetar los domingos se agregaron cuatro días más a la Cuaresma. Así la celebración pasó de Domingo a Miércoles de Ceniza, representando los 40 días que Jesús pasó en el desierto, los 40 días que duró el diluvio, los 40 años que duró la marcha del pueblo israelita por el desierto y los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.
¿Por qué es importante vivir este día en la Iglesia?
Porque es saludable contemplar más a fondo el Misterio Pascual, por el que hemos recibido la misericordia de Dios. La experiencia de la misericordia, efectivamente, es posible sólo en un “cara a cara” con el Señor crucificado y resucitado «que me amó y se entregó por mí» (Ga 2, 20). Un diálogo de corazón a corazón, de amigo a amigo.
Por eso la oración es tan importante en el tiempo cuaresmal. Más que un deber, nos muestra la necesidad de corresponder al amor de Dios, que siempre nos precede y nos sostiene. De hecho, el cristiano reza con la conciencia de ser amado sin merecerlo. La oración puede asumir formas distintas, pero lo que verdaderamente cuenta a los ojos de Dios es que penetre dentro de nosotros, hasta llegar a tocar la dureza de nuestro corazón, para convertirlo cada vez más al Señor y a su voluntad" (Papa Francisco).
Comentarios Agregar comentario