Logo San Pablo

Pan de la Palabra


05 Marzo 2025

  • Salterio: 4ª semana Tiempo de Cuaresma / LH: Tomo II
  • Morado
  • MIÉRCOLES DE CENIZA

PRIMERA LECTURA

De la profecía de Joel 2, 12-18

Ahora –oráculo del Señor–, conviértanse a mí de todo corazón, con ayunos, llantos y lamentos; rasguen sus corazones, no sus vestidos, y conviértanse al Señor su Dios, un Dios compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en amor, que se arrepiente del castigo. ¡Quién sabe si cambiará y se arrepentirá dejando tras de sí la bendición, ofrenda y libación para el Señor, su Dios! Toquen la trompeta en Sion, proclamen un ayuno santo, convoquen a la asamblea, reúnan a la gente, santifiquen a la comunidad, llamen a los ancianos; congreguen a los muchachos y a los niños de pecho; salga el esposo de la alcoba y la esposa del tálamo. Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, servidores del Señor, y digan: “Ten compasión de tu pueblo, Señor; no entregues tu heredad al oprobio ni a las burlas de los pueblos”. ¿Por qué van a decir las gentes: “Dónde está su Dios”? Entonces se encendió el celo de Dios por su tierra y perdonó a su pueblo.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 50
R. Misericordia, Señor, hemos pecado.

• Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R/.


• Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado. Contra ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad en tu presencia. R/.

• Oh, Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme. No me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. R/.

• Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso. Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza. R/.

 

 

SEGUNDA LECTURA

De la Segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 5, 20–6, 2

Hermanos: Actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo les pedimos que se reconcilien con Dios. Al que no conocía el pecado, lo hizo pecado en favor nuestro, para que nosotros llegáramos a ser justicia de Dios en Él. Y como cooperadores suyos, los exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios. Pues dice: “En el tiempo favorable te escuché, en el día de la salvación te ayudé”. Pues miren: ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la salvación.

Palabra de Dios.

 

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Mateo 6, 1-6.16-18

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Cuiden de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendrán recompensa de su Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad les digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

Cuando oren, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad les digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará. Cuando ayunen, no pongan cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad les digo que ya han recibido su paga. Tú, • 34 • Miércoles 5 en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará”.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR

 

La Cuaresma continúa dándonos pistas para seguir construyendo el camino de la comunión eclesial. Nos indica que la actitud de paciencia con el otro, como Dios la ha tenido con uno mismo, de humildad en el reconocimiento del propio pecado y de la súplica confiada de perdón, nos ayuda a ser buenos, pacientes, bondadosos, misericordiosos y sabios con los demás, a tener comprensión ante las debilidades de los demás, a ayudarles también a ellos a perdonar como nosotros perdonamos porque hemos sido perdonados por el Padre bueno.

Desafiante es la advertencia de Jesús para la comunidad, pues pide tener conciencia de que la deuda de la cual el Señor nos ha absuelto siempre es infinitamente más grande que todas las deudas que los demás puedan tener respecto a nosotros. La exigencia-desafío es a no dejar que en nuestro corazón la pequeña deuda del otro se transforme en una perversión del espíritu. Se trata, por tanto, de purificar continuamente nuestra memoria, perdonándonos mutuamente de corazón, siendo hijos del Padre celestial.

PARA REFLEXIONAR 

¿De qué manera se involucra de verdad mi corazón a la hora de dar el perdón a quien lo pide, lo necesita y lo anhela?
¿Escucho con atención la Palabra de Jesús que pide perdonar de corazón para ser perdona-dos por su Padre misericordioso que no limita el perdón, sino que lo da en abundancia?

ORACIÓN FINAL 

Padre, gracias por el desafío que me plantea Jesús a la hora de decir que, si no perdono de corazón a mis hermanos en la fe, tampoco el Padre celestial me perdonará a mí; gracias por-que el dar y recibir el perdón define mi identidad como cristiano, miembro de una comuni-dad fraterna, reconciliada y reconciliadora. Amén.


Complementa los ocho (8) pasos de la Lectio Divina adquiriendo el Misal Pan de la Palabra en:


 

 


Suscríbete a nuestro newsletter ENTÉRATE DE LAS ÚLTIMAS NOVEDADES Y RECIBE DESCUENTOS EXCLUSIVOS

whatsapp chat