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Pan de la Palabra


17 Diciembre 2024

  • FERIA PRIVILEGIADA – Semana 3ª de Adviento
  • Morado
  • San Lázaro de Betania

PRIMERA LECTURA

Del libro del Génesis 49, 2.8-10

En aquellos días, Jacob llamó a sus hijos y les dijo: “Reúnanse, que les voy a contar lo que les va a suceder en el futuro; agrúpense y escúchenme, hijos de Jacob, oigan a su padre Israel: A ti, Judá, te alabarán tus hermanos, pondrás tu mano sobre la cerviz de tus enemigos, se postrarán ante ti los hijos de tu padre. Judá es un león agazapado, has vuelto de hacer presa, hijo mío; se agacha y se tumba como león o como leona, ¿quién se atreve a desafiarlo? No se apartará de Judá el cetro, ni el bastón de mando de entre sus rodillas, hasta que venga aquel a quien está reservado, y le rindan homenaje los pueblos”.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 71
R. En sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente.

• Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R/.


• Que los montes traigan paz, y los collados justicia; defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos del pobre. R/.

• En sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra. R/.

• Que su nombre sea eterno, y su fama dure como el sol; Él sea la bendición de todos los pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. R/.

 

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Mateo 1, 1-17

Libro del origen de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán. Abrahán engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos. Judá engendró, de Tamar, a Pares y a Zará, Pares engendró a Esrón, Esrón engendró a Arán, Arán engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naasón, Naasón engendró a Salmón, Salmón engendró, de Rajab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed engendró a Jesé, Jesé engendró a David, el rey. David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, Salomón engendró a Roboán, Roboán engendró a Abías, Abías engendró a Asaf, Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Jorán, Jorán engendró a Ozías, Ozías engendró a Joatán, Joatán engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés engendró a Amós, Amós engendró a Josías; Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia.

Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliaquín, Eliaquín engendró a Azor, Azor engendró a Sadoc, Sadoc engendró a Aquín, Aquín engendró a Eliud, Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Matán, Matán engendró a Jacob; y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. Así, las generaciones desde Abrahán a David fueron en total catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta el Cristo, catorce.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR

 

El Adviento no deja de sorprendernos y animarnos en nuestro caminar, pues como lo evidencian los textos litúrgicos, solo la autoridad divina vence las tensiones, las amenazas y los intereses mezquinos de los que usan la autoridad que les ha sido delegada para fines distintos a los queridos por Dios; ella abre perspectivas no solo para el tiempo presente, sino también para el futuro, haciendo que toda tensión entre maldición y bendición, entre acogida del misterio y el rechazo de este sea ofrecida por Jesucristo en la cruz como sentido de la vida, de la adversidad y de lo inesperado.


El Adviento nos augura que, gracias a la continua e imprevisible intervención divina en la historia, ella no caerá en el desorden ni en la nada, sino que la acción divina sale a su encuentro, incluso por mediación de un pagano para dominarla y actualizarla. Más aún, en el mundo que nos rodea, irrumpe una palabra, Jesucristo, que provoca, sostiene y alienta la espera, que ilumina nuestro rostro con la autoridad del Dios que se encarna, que posee plena autoridad, la cual es reconocible en acciones proféticas y liberadoras que ofrecen la salvación universal.


PARA REFLEXIONAR 


¿Qué es lo que nos caracteriza como hijos de Dios, miembros de su pueblo y testigos que de su boca solo saldrá bendición para sus elegidos? ¿Podemos decir que nuestra existencia está al servicio de que la bendición de Dios llegue a todos sin importar su procedencia?


ORACIÓN FINAL 


Padre, que tu Espíritu Santo nos enseñe que de Jacob se levanta una estrella, que en la historia presente y futura de tu pueblo jamás se escuchará de tu parte la maldición, sino solo tu bendición, y que en Jesús nos has bendecido con abundancia de bienes para ser una bendición para los otros. Amén.

 


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