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Pan de la Palabra


07 Octubre 2024

  • Memoria obligatoria – Semana 27ª del tiempo Ordinario
  • Blanco
  • Nuestra Señora del Rosario

PRIMERA LECTURA

De la Carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 1, 6-12

Hermanos: Me maravilla que hayan abandonado tan pronto al que los llamó por la gracia de Cristo, y se hayan pasado a otro evangelio. No es que haya otro evangelio; lo que pasa es que algunos los están turbando y quieren deformar el Evangelio de Cristo. Pues bien, aunque nosotros mismos o un ángel del cielo les predicara un evangelio distinto del que les hemos predicado, ¡sea anatema! Lo he dicho y lo repito: Si alguien les anuncia un evangelio diferente del que recibieron, ¡sea anatema! Cuando digo esto, ¿busco la aprobación de los hombres, o la de Dios?, ¿o trato de agradar a los hombres? Si siguiera todavía agradando a los hombres, no sería siervo de Cristo. Les hago saber, hermanos, que el Evangelio anunciado por mí no es de origen humano; pues yo no lo he recibido ni aprendido de ningún hombre, sino por revelación de Jesucristo.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 110
R. El Señor recuerda siempre su alianza.

• Doy gracias al Señor de todo corazón, en compañía de los rectos, en la asamblea. Grandes son las obras del Señor, dignas de estudio para los que las aman. R/.


• Justicia y verdad son las obras de sus manos, todos sus preceptos merecen confianza: son estables para siempre jamás, se han de cumplir con verdad y rectitud. R/.

• Envió la redención a su pueblo, ratificó para siempre su alianza. Su nombre es sagrado y temible. La alabanza del Señor dura por siempre. R/.

 

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Lucas 10, 25-37

En aquel tiempo, se levantó un maestro de la ley y preguntó a Jesús para ponerlo a prueba: “Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?”. Él le dijo: “¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?”. Él respondió: ‘“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza’ y con toda tu mente. Y ‘a tu prójimo como a ti mismo’”. Él le dijo: “Has respondido correctamente. Haz esto y tendrás la vida”. Pero el maestro de la ley, queriendo justificarse, dijo a Jesús: “¿Y quién es mi prójimo?”. Respondió Jesús diciendo: “Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto.

Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo. Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba él y, al verlo, se compadeció, y acercándose, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo: “Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando vuelva”. ¿Cuál de estos tres te parece que ha sido prójimo del que cayó en manos de los bandidos?”. Él dijo: “El que practicó la misericordia con él”. Jesús le dijo: “Anda y haz tú lo mismo”.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR

 

La fe, la esperanza y la caridad “hecha conmoción entrañable”, misericordia en acción, debe ser nuestro distintivo como discípulos de Jesús, hijos del Padre misericordioso (Lc 6, 36). Porque la misericordia nos empuja a mirar siempre a una persona concreta, tal como hizo el hombre samaritano. Porque no se trata de sabernos obligados por la ley a ayudar al desventurado que encontramos en el camino, sino dejarnos conmover entrañablemente ante su infortunada situación y peligro de muerte.

La conmoción entrañable nos exige ponernos en movimiento (trece verbos describen al buen prójimo). Tampoco hemos de pensar que actuar de ese modo es una cuestión de justicia, ya que todas las acciones nos evidencian y nos denuncian que se trata de ir más allá. Todo habla de que nada habremos hecho mientras no nos hayamos inclinado sobre el tirado y abandonado en el polvo del camino, nuestro único interés no debe ser otro que ayudar al ser humano, aunque sea un irreconocible o un desconocido.

PARA REFLEXIONAR

¿Qué necesitamos para conmovernos entrañablemente ante todo ser humano tirado en el camino? ¿Cómo responder con prontitud ante una situación de desventura y peligro de muerte? ¿Quiénes son en nuestro medio los que más necesitan de nuestras prontas acciones?

ORACIÓN FINAL

Padre, danos tu Espíritu Santo para responder a la pregunta quién es mi prójimo con acciones concretas, con todo nuestro ser y haber en movimiento, con un espíritu conmocionado entrañablemente, tal como nos lo ha descrito Jesús en las acciones prontas y oportunas del samaritano prójimo. Amén.

 


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