PRIMERA LECTURA
De la Primera carta del apóstol san Pedro 1, 10-16
Queridos hermanos: Sobre la salvación de las almas estuvieron explorando e indagando los profetas que profetizaron sobre la gracia destinada a ustedes tratando de averiguar a quien y a qué momento apuntaba el Espíritu de Cristo que había en ellos cuando atestiguaba por anticipado la pasión del Mesías y su consiguiente glorificación. Y se les reveló que no era en beneficio propio, sino en el de ustedes por lo que administraban estas cosas que ahora les anuncian quienes les proclaman el Evangelio con la fuerza del Espíritu Santo enviado desde el cielo.
Son cosas que los mismos ángeles desean contemplar. Por eso, ceñidos los lomos de su mente y, manteniéndose sobrios, confíen plenamente en la gracia que se les dará en la revelación de Jesucristo. Como hijos obedientes, no se amolden a las aspiraciones que tenían antes, en los días de su ignorancia. Al contrario, lo mismo que es santo el que los llamó, sean santos también ustedes en toda su conducta, porque está escrito: “Serán santos, porque yo soy santo”.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Salmo 97
R. El Señor da a conocer su salvación.
• Canten al Señor un cantico nuevo, porque ha hecho maravillas. Su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. R/.
• El Señor da a conocer su salvación, revela a las naciones su justicia. Se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. R/.
• Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; griten, vitoreen, toquen. R/.
EVANGELIO
Del santo Evangelio según san Marcos 10, 28-31
En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús: “Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido”. Jesús dijo: “En verdad les digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, que no reciba ahora, en este tiempo, cien veces más –casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones– y en la edad futura, vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros”.
Palabra del Señor.
LECTIO DIVINA
PARA MEDITAR
Nuestra respuesta al llamado de Jesús tiene sus serias exigencias, dejarlo todo para seguirlo, pues sin renuncias continuas y reales (deshacerse de los bienes materiales) a la larga no se tiene nada que ofrecer al prójimo ni se está abierto a recibir lo dejado al céntuplo y todavía más, la vida eterna como don del Dios bueno. La palabra de Jesús recibida y correspondida se convierte en respuesta, en confesión de un hecho real: también nosotros lo hemos dejado todo. De este modo la respuesta respaldada por hechos puede resonar en la vida de las otras personas, invitándolas a creer y a dar el mismo paso: seguir a Jesús.
Si nuestro amor no nos lleva a la renuncia y a despojarnos de todo no podremos tampoco alcanzar a otras personas ni a quien llama, nos llevará al aislamiento (aquella persona se fue triste y sola), que puede calificarse como un vivir triste y encerrado en las frías paredes de las posesiones. Por ello, en última instancia, es la respuesta generosa y desprendida a quien ha amado lo que supera todo aislamiento y crea un “nosotros” en compañía de Jesús.
PARA REFLEXIONAR
¿Cómo llegar al desprendimiento inmediato o progresivo para dar una respuesta generosa y significativa al llamado de Jesús y mostrar que junto a Él todo es posible, todo es plenitud?
¿Cómo invitar al seguimiento a quienes buscan con decisión algo más que la sola posesión de bienes?
ORACIÓN FINAL
Padre, que la gracia de tu Espíritu Santo nos capacite para responder con prontitud a Jesús sabiendo que nada se perderá, que se recibirá cien veces más en esta vida, junto con persecuciones; y en el otro mundo, la vida eterna. Déjanos ser generosos y decididos para estar en el camino del Señor. Amén.
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