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Pan de la Palabra


06 Mayo 2023

  • Semana 4ª de Pascua
  • Blanco
  • San Pedro Nolasco.

PRIMERA LECTURA

De los Hechos de los Apóstoles 13, 44-52

El sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la palabra del Señor. Al ver el gentío, los judíos se llenaron de envidia y respondían con blasfemias a las palabras de Pablo. Entonces Pablo y Bernabé dijeron con toda valentía: “Teníamos que anunciarles primero a ustedes la palabra de Dios; pero como la rechazan y no se consideran dignos de la vida eterna, sepan que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: ‘Yo te he puesto como luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el confín de la tierra’”. Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y creyeron los que estaban destinados a la vida eterna. La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos incitaron a las señoras distinguidas, adoradoras de Dios, y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron de su territorio. Estos sacudieron el polvo de los pies contra ellos y se fueron a Iconio. Los discípulos, por su parte, quedaban llenos de alegría y de Espíritu Santo.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 97
R. Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios.

• Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas. Su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. R/.


• El Señor da a conocer su salvación, revela a las naciones su justicia. Se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. R/.

• Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; griten, vitoreen, toquen. R/.

 

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Juan 14, 7-14

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Si me conocieran a mí, conocerían también a mi Padre. Ahora ya lo conocen y lo han visto”. Felipe le dice: “Señor, muéstranos al Padre y nos basta”. Jesús le replica: “Hace tanto que estoy con ustedes, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: ‘Muéstranos al Padre’? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo les digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, Él mismo hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, crean a las obras. En verdad, en verdad les digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre. Y lo que pidan en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me piden algo en mi nombre, yo lo haré”.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR

 Nosotros, como Felipe, no hemos visto al Padre. Y, además, a diferencia de Felipe, no hemos visto tampoco a Jesús. Aunque Él ya nos dijo que “dichosos los que crean sin haber visto”. Pero nosotros sí creemos en Él. Lo seguimos como al verdadero Maestro. Lo comemos como al verdadero Pan. Nos dejamos guiar por Él, que es la verdadera Luz. Y sabemos que estamos en el recto camino para la vida, para llegar a Dios.

 

En la Eucaristía tenemos una experiencia sacramental de la presencia de Cristo Jesús en nuestra vida: una experiencia que nos ayuda a “verlo” también presente a lo largo de nuestros días, en la persona del prójimo, en nuestro trabajo, en nuestras alegrías y dolores. Convencidos de que unidos a Él, “también haremos las obras que Él hace, y aún mayores”, como nos ha dicho hoy.

 

Las consecuencias de las promesas de Jesús son riquísimas. Al Padre nadie lo ha visto: pero el que ha visto a Jesús, ya ha visto al Padre. El que cree y acepta a Cristo, ha creído y aceptado al mismo Dios. Jesús es la puerta, el camino, la luz, y en Él tenemos acceso a Dios Padre. También el éxito de nuestra oración queda asegurado: “Lo que pidan en mi nombre, yo lo haré”. Tenemos en Jesús al mediador más eficaz: su unión íntima con el Padre hará que nuestra oración sea siempre escuchada, si nosotros estamos unidos a Jesús.

 

PARA REFLEXIONAR

Conocer a Jesús es conocer al Padre. En la Biblia “conocer a una persona” no es una compensación intelectual, sino que implica una profunda experiencia de la presencia de esta persona en la vida. ¿Conozco verdaderamente a Jesús? ¿Conozco al Padre?

 

ORACIÓN FINAL

Señor Jesús, que revelaste en tus obras la bondad y santidad del Padre Dios, concédenos creer profundamente en ti, para poder realizar tus mismas obras. Amén.

 


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