Evangelio del día: Mateo 7, 7-12
Seguramente te ha ocurrido que cuando quieres que tus papás te compren algo, lo pides con insistencia y te portas bien, hasta que logras convencer a tus padres que te den lo que les pides. Igual ocurre con los maestros: cuando vas mal en alguna materia, estudias y les pides tanto que te ayuden, hasta que logras superar la asignatura. Tus padres y tus maestros quieren lo mejor para ti y les gusta verte feliz, por eso te complacen. Y si ellos te quieren tanto, ¡imagínate cómo es el amor de Dios que entregó a su Hijo por amor a nosotros! Por eso, cuando tengas una necesidad, pídele con fe y con insistencia a tu Padre Dios, y tu oración será escuchada.