Evangelio del día: Marcos 3, 13-19
Los jugadores estaban emocionados, los habían visto jugar y se iba a hacer el fichaje. ¿Quiénes quedarían? Todos aguardaban a que el profe los llamara y, uno a uno, fue llamando a los mejores. Finalmente, todos quedaron porque los que no iban a ser titulares, serían suplentes, nadie quedaría por fuera. Cuando Jesús llamó a sus discípulos, los escogió con cuidado, y, antes de hacerlo, oró mucho para que su Padre lo iluminara porque los hombres que Él iba a llamar tendrían una misión muy importante: serían parte del equipo de discípulos de Jesús que pregonarían la Buena Noticia. Tú puedes hacer parte del equipo de Jesús. ¡Decídete a seguirlo!