Evangelio del día: Juan 1, 35-42
A veces es difícil expresar con palabras lo que sentimos por alguien. Estar ante Dios es algo maravilloso. Orar ante el Sagrario, donde se encuentra la Hostia consagrada, es decir, el Cuerpo de Cristo es una experiencia que nos llena de paz y de fortaleza. A los discípulos les pasaba eso con Jesús: cuando estaban con Él, no se querían ir, se quedaban a su lado porque su presencia los llenaba de gozo. Invita a tus padres a orar ante el Sagrario. Hay muchas iglesias donde tienen el Santísimo expuesto. Vayan todos juntos y dejen, a los pies de Jesús, todas sus alegrías y necesidades. ¡No se arrepentirán