Querido Jesús, sin importar la fatiga y la ingratitud estás dispuesto a servir con amor. Enséñame, a pensar, como tú, en las necesidades de los demás, a llevar alegría donde hay sufrimiento, a servir con entusiasmo donde quiera que vaya. Amén.
Querido Jesús, sin importar la fatiga y la ingratitud estás dispuesto a servir con amor. Enséñame, a pensar, como tú, en las necesidades de los demás, a llevar alegría donde hay sufrimiento, a servir con entusiasmo donde quiera que vaya. Amén.