Para meditar
Colocarse en presencia de la luz confronta el riesgo de hacer públicas y visibles todas las facetas de la vida de una persona. La luz pone al descubierto no solo la identidad, sino también las necesidades de los otros, y como consecuencia las propias obras realizadas en beneficio de los más necesitados. Según el profeta, entre más se practique la caridad más brilla la propia luz. La fuente de la luz del cristiano no es un esfuerzo intelectual y racional, sino el encuentro con una persona que ha sido sometida al padecimiento de la cruz.
Proclamar el Evangelio es anunciar a Cristo crucificado que, destruyendo el poder del pecado y de la muerte, nos ha introducido en el maravilloso reino de la luz, en el cual los verdaderos hijos de Dios son reconocidos por su entrega.
La luz tiene como función principal iluminar en medio de la oscuridad. Cuando Cristo, como luz, entró en el mundo, disipó el poder de las tinieblas y nos otorgó la misión de ser luz del mundo. Somos llamados a ser los que, en su nombre, iluminan las tinieblas del error y hacen visible los rasgos de la generosidad de Dios, transformando los rostros desfigurados por las tinieblas. Jesucristo proclama que Él es la luz del mundo, y lo es no solamente en cuanto ilumina, sino también en cuanto asume las diversas necesidades y situaciones humanas para transformarlas por el poder de su palabra y acciones.
Al confiarnos su propia misión nos hace responsables de hacer que las facciones de su rostro se reflejen en los rostros desfigurados por la mentira y la injusticia. Asumamos con valentía y dignidad la tarea de construir una sociedad más justa y solidaria, en la que los rostros de todos sean verdadero reflejo del que con su luz los ilumina y hace amados.
Para reflexionar
● Con nuestro testimonio de vida ¿logramos ser luz para tantas personas desorientadas, que viven en crisis, en la oscuridad o en la penumbra?
Oración final
Señor Jesús, te damos gracias por tu Palabra que nos ha hecho ver mejor la voluntad del Padre. Haz que tu Espíritu ilumine nuestras acciones y nos comunique la fuerza para seguir lo que tu Palabra nos ha hecho ver. Amén.
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