PARA MEDITAR
La parábola de la elección de los últimos lugares está situada en sábado, cuando Jesús está ya en Jerusalén, donde se cumplirá el misterio pascual, se celebrará la Eucaristía de la nueva alianza, a la cual le seguirá después el encuentro con el viviente y el encargo de la misión de los discípulos que prolongará la de Jesús. La luz de la Pascua permite ver el camino que el Señor hace recorrer a todos aquellos que son llamados para representarlo como siervos, diakonos, en medio de la comunidad, recogida en torno a la mesa. Es el tema lucano de la comunión o participación. Las realidades más hermosas las ha realizado Jesús, las ha proclamado y enseñado a la mesa, en un ambiente de banquete.
La sociedad nos ha formado para luchar por los primeros puestos, ocupar los sitios de honor, recibir los halagos. La Palabra de Dios, por el contrario, aconseja ocupar los últimos lugares, poniéndonos en el lugar de los menos favorecidos, para así pasar a vivir nuestra realidad desde otras dimensiones, como la humildad, el servicio, le entrega. Se trata de aprender a vivir las relaciones sociales desde otra perspectiva, con otras proporciones, aceptando la gratuidad, la compañía de los que no pueden dar nada, pero dan toda su vida.
PARA REFLEXIONAR
ORACIÓN
Señor, hemos sido educados para competir por los primeros puestos, enséñanos a buscar los últimos lugares, la sencillez, la humildad, la desproporción, la gloria que solo tú das. Amén.
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