PARA MEDITAR
San Lucas narra la escena de acogida del Señor por parte de María y Marta. La acogida tiene dos dimensiones distintas pero complementarias. Pero una tiene prioridad: la acogida de la persona y la palabra de Jesús. Si bien todo lo demás es importante, sólo una cosa es necesaria y mejor, la escucha del Maestro, sentarse a sus pies, darse a Él sin impacientarse, acogerle con la propia persona.
El Señor pasa de cerca y de lejos ante el ser humano. De cerca, cuando se tiene la capacidad de contemplarle y suplicarle que se detenga, que se deje atender con la propia persona y los bienes que se poseen. De lejos, cuando en medio de las preocupaciones para hospedarlo, el tiempo se va y su persona no fue atendida con la propia persona, pues se le pueden dar muchas cosas, pero Él viene en busca de un trato personal con cada uno. Su estilo de relación es de tú a tú, de persona a persona. María supo adivinar la intención de Jesús, por eso su elección nadie se la podrá quitar.
PARA REFLEXIONAR
¿Qué quiere decir Jesús con esta afirmación: “una sola cosa es necesaria”? ¿Cuál es la “mejor parte” que María escogió y que no le será quitada?
ORACIÓN
Señor Jesús, te pido que me des la pasión de escucharte. Podré irradiarte y darte a las almas solo si permanezco en contacto con tu fuente divina. Amado Maestro, concédeme, te lo ruego, la plena comunión contigo, para ir, como tú, a cumplir la voluntad del Padre. Amén.