PARA MEDITAR
El texto de la liturgia de este domingo pone ante nosotros una parte del discurso que Jesús pronunció a “los discípulos” y esa “gran multitud de personas de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y Sidón” (Lc 6, 17), es decir, tanto judíos como paganos.
Este discurso es breve y radical. Jesús enuncia cuatro Bienaventuranzas y cuatro maldiciones, dirigidas a las comunidades helenísticas, constituidas por ricos y pobres. Los versículos del evangelio de este domingo trazan el núcleo central de la enseñanza de Jesús sobre el comportamiento de aquellos que quieren ser sus discípulos.