PARA MEDITAR
El anuncio de la resurrección de Jesús que ya se ha dado en esta Vigilia en el canto del pregón pascual resuena ahora en la proclamación de la Buena Nueva.
El evangelio habla de dos hombres que se les aparecen a las mujeres y que más adelante son calificados como “ángeles” que anuncian la resurrección de Jesús. En las palabras angélicas, los términos “muerto” y “vivo” se ponen en contraposición. De este modo surge con fuerza la novedad del anuncio: Jesús no solamente ha vuelto a la vida, retomando la vida anterior, como había ocurrido con el hijo de la viuda de Naín, o con Lázaro de Betania. Jesús está vivo con una vida completamente nueva y diferente de la anterior. Los ángeles, por tanto, reprochan a las mujeres su falta de comprensión de lo que ven y las exhortan para que recuerden lo que habían oído a menudo: recordar es volver a poner en el corazón algo que se conoce o que ya se ha vivido, pero que se ha olvidado.
PARA REFLEXIONAR
ORACIÓN
Que tu Pascua de muerte y resurrección, Jesús, sea la piedra angular de cada uno de mis días; que la luz de la nueva mañana suscite en mí la gratitud por tu luz de vida nueva. Que en cada acontecimiento, pensamiento, gesto, elección yo pueda buscarte y encontrarte vivo y operante, sorprendente y conocido, recordando tu Palabra que fecunda mi historia y la hace nueva porque tú vives (Santa Teresa del Niño Jesús).
Complementa los ocho (8) pasos de la Lectio Divina adquiriendo el Misal Pan de la Palabra