PARA MEDITAR
Contextualizando el evangelio de hoy hay que decir que, en los años 30, la experiencia de la Transfiguración tuvo un significado muy importante en la vida de Jesús y de los discípulos. Les ayudó a superar la crisis de fe y a cambiar sus propios ideales respecto al Mesías.
Ahora bien, el cambio de rostro en Jesús, de aspecto y su vestido blanco y refulgente, evidencia la gloria que los discípulos imaginaban para el Mesías. Este cambio de aspecto les demostraba que Jesús, de hecho, era el Mesías que todos esperaban. Pero lo que sigue en el episodio de la Transfiguración indicará que el camino hacia la gloria es muy distinto del que ellos imaginaban. La transfiguración será una llamada a la conversión. Así mismo, en el momento en el que la voz celeste se hace sentir, Moisés y Elías desaparecen y queda Jesús. Esto significa, que de ahora en adelante es Él, el que interpreta las Escrituras y la voluntad de Dios.