PARA MEDITAR
Además de los relatos de la institución de la Eucaristía, tenemos otro apoyo bíblico en las narraciones de la multiplicación del pan por parte del mismo Jesús, como la que se contiene hoy en el texto del Evangelio de Lucas. En aquellos pocos panes y peces multiplicados milagrosamente por el amor y el poder de Jesús, está simbolizado el misterio de su propio cuerpo y sangre, es decir, el misterio de la Eucaristía, que es la respuesta de Dios a las profundas carencias y necesidades de vida y plenitud que experimenta el ser humano.
La invitación: “Denles ustedes de comer”, que hace Jesús a sus apóstoles cuando siente compasión por la gente hambrienta, sigue siendo válida y urgente como exhortación y misión de los creyentes de hoy. Debemos colaborar con Jesús en la tarea de saciar el hambre material y espiritual que padece la humanidad de hoy. Debemos ayudar a distribuir el alimento verdadero que Dios da generosamente.
PARA REFLEXIONAR
ORACIÓN
Oh Jesús, sabemos que nada puede nutrir y consolar nuestra vida plenamente, excepto por tu cuerpo y tu sangre. Te damos gracias y te bendecimos, Padre, por el inmenso tesoro de la Eucaristía, promesa suprema de tu amor misericordioso, sello de nuestra redención, alegría y maravilla de nuestras almas. Amén.
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