PARA MEDITAR
En una etapa de este itinerario hacia Jerusalén alguien interpela a Jesús con una pregunta: “¿Cuántos son los que se salvan?”. La respuesta de Jesús no declara ningún número sobre los salvados, pero con una exhortación-amonestación, “esfuércense”,indica la conducta a seguir: “Entrar por la puerta estrecha”. La imagen invita al discípulo y a la comunidad de Lucas a dirigir la propia preocupación sobre el deber exigente que el camino de la fe pide. Luego de esto, Jesús introduce una enseñanza verdadera y propia con una parábola que asocia a la imagen de la puerta estrecha la del dueño de la casa que, cuando la cierra,nadie puede entrar. Estos ejemplos están puestos para indicar que hay un tiempo intermedio en el cual es necesario empeñarse por recibir la salvación, antes que la puerta se cierre de modo definitivo e irreversible.
Aquellos que no han conseguido entrar por la puerta estrecha antes de que se cerrara, se llaman “operadores de iniquidad”: son los que no se han empeñado en realizar el plan de Dios. Su situación futura viene presentada de modo figurativo con una expresión que habla de la irreversibilidad de no ser salvados: “Allí será el llanto y el crujir de dientes”.
PARA REFLEXIONAR
ORACIÓN
Señor Jesús, haz que sintamos la viveza de tu Palabra que hemos escuchado; corta, te rogamos, los nudos de nuestra incertidumbre, los lazos, de nuestros “si” y “pero” que nos impiden entrar en la salvación por la puerta estrecha. Amén.
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